A pesar de que la mayoría de las enfermedades de piel, suelen tener un compromiso cutáneo y no siempre repercusiones sistémicas, sí existen algunas enfermedades sistémica que también pueden comprometer de forma secundaria la piel.
Los problemas del azúcar o diabetes mellitus, pueden presentar varias características en la piel como unas manchas en las piernas, algunas enfermedades inflamatorias y pueden hacer la piel mas susceptible de infecciones en la piel y en las uñas por hongos o bacterias.
Los problemas de la tiroides o conocido como hipo o hipertiroidismo, se relaciona con cambios en la resequedad de la piel y cambios en la sudoración. También puede relacionarse con aumento de la caída de pelo, zonas sin pelo conocidas como alopecia y aumento de la fragilidad en las uñas.
Enfermedades de las defensas del cuerpo o también llamadas enfermedades autoinmunes, puede manifestarse en la piel, como el lupus eritematoso sistémico que puede hacer lesiones inflamatorias con riesgo de dejas cicatrices o también compromiso en el cuero cabelludo.
Otros problemas de salud como las alteraciones hormonales se pueden relacionar con acné o aumento del vello en las mujeres, las anemias o disminución de las células de la sangre pueden dar enfermedades como resequedad o alteraciones en las uñas, o el cáncer podría hacer lesiones en diferentes zonas del cuerpo o disminuir las resequedad de la piel.
En general, la piel puede ser un reflejo de la salud en el cuerpo, y la aparición de algunos síntomas en puede ser indicador no sólo de problemas en la piel, sino también de otras enfermedades sistémicas, donde los dermatólogos pueden conocer la causa de estas patologías.